Después de la invernal y larga temporada que llevábamos sin salir con la autocaravana, estas vacaciones de semana santa nos apetecía hacer algo distinto a lo habitual. Casi sin preparar nada, pendientes de las previsiones climatológicas, el viernes decidimos mantener el primer destino que habíamos decidido : El sureste de Francia.
Salimos de Alcalá de Henares pasadas las doce de la mañana del sábado 27 de Marzo. El tráfico era fluido por la A-2 y la velocidad era de 100-110; antes de Zaragoza paramos a comer. Mientras comíamos y a raíz de no recuerdo que conversación, decidimos entrar en Andorra. Andorra era un país que no nos agradaba porque no dan demasiadas facilidades a las autocaravanas. Con el ritmo que llevamos durante todo el camino a las 19,30 entrábamos en territorio andorrano, fuimos directamente al Punt de Trobada donde tienen reservadas una docena de plazas de aparcamiento para autocaravanas ( normalmente ocupadas por turismos) Allí aparcamos e hicimos unas primeras compras antes de que cerraran el establecimiento. El lugar de pernocta es un poco ruidoso por estar próximo a la carretera, pero la seguridad de establecimiento, tanto por los vigilantes como por las cámaras hacen que el lugar sea seguro.
A la mañana siguiente, nueva visita al centro comercial y nos encaminamos a Andorra la Vella para hacer la obligada visita a Bazar Valira - tienda de modelismo ferroviario – donde a pesar de no encontrar nada de lo que iba buscando, compré un pack de tres tolvas de SANDERS, muy bonito e inexistente en las tiendas españolas. En las ciudades andorranas continua la prohibición de estacionar autocaravanas entre la 24 y las 8 horas, esta prohibición esta indicada en todas las calles y parkings públicos. Vimos algún vehículo con el cepo por no hacer caso a esta prohibición.
Desde la capital andorrana salimos hacia Pas de la Casa, al pasar por Grand Roig, nos acordamos de nuestro primer contacto con unos esquíes en la navidad de hace ya unos cuantos años; recordamos a todos los componentes de aquel grupo de novatos y no novatos y de lo que nos cambian las situaciones personales en unos pocos años. Pronto estamos en territorio francés, la primera parada es en Ax les Thermes; todos lo aparcamientos están prohibidos para autocaravanas y te envian al area de autocaravanas que se ubica en el interior del camping local. Nosotros aparcamos en la estación de ferrocarril de la SNCF ( la RENFE francesa, pero sin privatizar).
Ax-les-Thermes, es una población situada en el valle de Ax, esta rodeada de altas cumbres y el río Ariège cruza sus calles. Sus aguas termales hicieron que los romanos se establecieran en ella, y los soldados templarios que viajando a Tierra Santa contrajeron la lepra ya conocían las propiedades de sus aguas sulfurosas y tomaban baños en la piscina medieval llamada “Bassin des ladres”. Existe un itinerario señalizado con 14 paneles informativos que recorre los lugares más representativos.
Después de comer nos encaminamos a Mirepoix; construida en la ribera derecha del río Hers, en el año 1206 acogió una numerosa población de cataros hasta que su antiguo castillo feudal fue sitiado en 1209 por Simón de Montfort. La villa fue reconstruida en 1289 conservando la estructura de las antiguas “bastidas” medievales. Se conservan bellas casas con entramados de madera sobre galerías con bonitas esculturas. La catedral de Saint Maurice tiene una nave central (casi única) de grandes dimensiones. Damos un paseo por su calles y observamos unas señales de prohibido aparcar los Lunes de 5 a 15 horas, suponemos que es por algún tipo de mercadillo; mañana saldremos de dudas. Hicimos la pernocta en el área de autocaravanas habilitado en la antigua estación de ferrocarril, lugar seguro y tranquilo.
El lunes amanece un día de perros, cubierto y con un viento frío desagradable. Volvemos al centro, y tal como sospechábamos se celebra un gran mercado donde se vende de todo; neveras, colchones, animales vivos, animales muertos, comida, ropa, es decir; todo lo imaginable.
Tras las compras en el mercadillo, y tras vaciar y llenar los depósitos, salimos hacia Castelnaudary ,esta apacible ciudad fue construida en el siglo XII alrededor de un antiguo castillo sitiado en varias ocasiones por los cataros y demolido definitivamente en el año 1229. Actualmente es una importante base náutica del Canal de Midi (construido en el siglo XVII por Pierre Paul Riquet). 
El pueblo se situaalrededor del Grand Bassin, entre las 4 esclusas de Saint-Roche y la isla de la Cybèle. Aparcamos en las proximidades de el Grand Bassin y nos encontramos con otro mercadillo ¡ Vaya por Dios, en este no encontramos nada interesante! Visitamos la iglesia y las esclusas. El canal de Midi es navegable hasta el Mediterráneo y esta unido con el río Garona que desemboca en el Atlántico, la idea es similar a la que se tuvo en España con el canal de Castilla, con la salvedad que aquí no llegamos a terminar el proyecto. El canal es una fuente importante de ingresos para las zonas aledañas. Circulando paralelo al canal paramos a comer en su orilla.
De camino a Carcassone visitamos Bram: Es una pequeña localidad de origen galo-romano sobre cuyos restos se construyó a partir del siglo XI de forma concéntrica alrededor de la iglesia para apartarla del antiguo castillo feudal.
En 1939, al final de la Guerra Civil Española, las autoridades francesas confinaron en un campo de concentración muy precario a los republicanos que escaparon del franquismo: una escultura y una placa conmemorativa recuerdan el lugar. Esta población también dispone de un pequeño puerto sobre el Canal de Midi.
Ya en La Cité de Carcassone, el parking 1 indicado para Autocaravanas está cerrado, en el parking 2, a pesar de la prohibición expresa vemos gran número de vehículos y aparcamos allí. Las tarifas del parking son: primera hora, gratis; 6 horas siguientes, 5 €; a partir de esa hora, 1 € cada hora. Teniendo en cuenta que el parking 2 no había servicios de gestión de aguas, nos pareció elevado el precio. La cité es impresionante, una mezcla entre St. Maló y el Mont Saint Michel. Sufrió multitud de ataques y destrucciones que hacen que la mayor parte sean zonas reconstruidas en el siglo XIX.
Salimos del Carcassone y las dos áreas que teníamos en nuestro GPS y en la guía oficial del 2007 , ya no son tales áreas y esta prohibida la pernocta de autocaravanas; en ambos casos se tratan de zonas portuarias del canal de midi. Al final pernoctamos en Puicherc, que aunque también figura en el libro oficial de áreas, parece que ha sido desmantelada. Dormimos muy tranquilos y sin problemas.
Siguiendo el Canal de Midi, llegamos a Narbonne, fundada en el siglo II d. de C, fue capital de la Galia y uno de los puertos más importantes del Imperio Romano (se construyó desviando un ramal del río Aude a través de un canal). Unas graves inundaciones a finales de la Edad Media fueron el inicio del declive de la ciudad hasta que la construcción del Canal de Midi, la expansión de los viñedos y la llegada del ferrocarril en el siglo XIX le devolvieron de nuevo la vitalidad. Conserva un precioso casco antiguo de callejuelas medievales, fachadas renacentistas, palacios arzobispales y una bella catedral.
El Canal de la Robine es un canal lateral del Canal de Midi que antiguamente permitía enlazar la ciudad con el Mediterráneo y actualmente a su paso por Narbonne se ha convertido en un importante lugar de ocio.
Visitamos el establecimiento de accesorios para autocaravanas y a media mañana entramos en el Área de Autocaravanas de Narbonne plage, donde a pesar del sol el viento no deja salir del auto y menos ir a la playa.
Salimos de Narbonne temprano y con el mismo viento de ayer ponemos rumbo para visitar varios castillos y fortalezas. La primera de ella es la Abbaye de Fontfroide, para continuar dos castillos; el de Villerouge-Termenes y el de Arques. Llegamos a Quillan para comer, dimos un paseíto y ¡sorpresa! Otro mercadillo.
Desde Quillan salimos por una carretera de montaña tan bonita como estrecha hacia Mont–Louis. Esta noche dormiremos en Saillagouse, área donde pasamos el final de año de 2008. A eso de las 19 horas llegamos al área junto a una furgoneta pizzería que desprende un magnífico olor. Ya tenemos cena.
Empezamos Abril remojándonos en los baños romanos de Dorres, el característico olor a sales sulfurosas no lo hueles en cuanto te acostumbras y el contraste de sensaciones frío-calor es muy tonificante para la piel. Desde aquí tomamos dirección Pas de la Casa, para volver a entrar en Andorra. Esta vez pernoctaremos en el Supermercado River, que tiene habilitado en la parte trasera, próxima al río un parking para autocaravanas, no hay ningún servicio, pero es más tranquilo que el del Pont de Trobada. Además mientras esta abierto la cafetería se dispone de wifi gratuito.
El Viernes por la mañana hacemos las últimas compras y a eso de las 12,30 horas salimos de Andorra, en las proximidades de Lleida paramos a comer y se fragua la última parte de este relato; la que en el titulo llamo gran broche de oro. Mirando el mapa y el navegador vemos que estamos a unos 230 kilómetros de La Salzadella (Castellón) donde se celebra la 52ª Acampada Nacional FECC. Tras unas llamadas de teléfono y dar cuenta de una exquisita paella de bote, empezamos a hacer kilómetros dirección Castellón.
Mequinenza, Caspe, Morella los atravesamos rápidamente porque queremos llegar a Castellón para saludar y ver a gente que hace tiempo no vemos. La zona que atravesamos merece una visita calmada y tiene muchas posibilidades para la pernocta. A las 18, 30 horas estamos en la recepción de la acampada. La primera impresión es buena, esta acampada no será recordada por su alta participación, pero si por su tranquilidad. Las instalaciones están situadas entre cerezos en flor, el pueblo quizá sea el más pequeño donde se ha celebrado un evento de estas características, pero me cuentan que lo ha dado todo para que se realice este evento.
Ya acreditados, entramos en el recinto y Paco Prado ( vicepresidente de la FECC y además amigo) nos va enseñando y contando todo lo relativo a la acampada. Nos lleva al pabellón donde en ese momento los Clubes de Plasencia, La Rioja y Alava están dando las degustaciones; para mi sorpresa, y porque no decirlo, mi agrado; al verme, muchos son los que se acercan a saludarme y a interesarse por mi. Gracias a todos ellos.
Ya más tranquilos fuimos a cenar al pueblo con nuestros amigos Puri y Juan ( joder que bueno estaba el champiñón) y a eso de la una tras una agradable conversación nos fuimos a la cama. Dormimos en un aparcamiento próximo a los terrenos donde se celebraba la acampada. El Maestrazgo merece una visita tranquila.
El sábado fue día de despedida y viaje, con la única novedad de quedarme por primera vez en mi vida de conductor sin gasoil. Menos mal que ya estaba en la cola del surtidor y solo tuve que quitar el freno de mano para avanzar el metro y medio escaso que faltaba para llegar al surtidor. La reserva de la Fiat Ducato 2,8 del 2006 da para 35 kilómetros como mucho.
