martes, 2 de noviembre de 2010

Por tierras lucenses.

En el programa de actividades de la Asociación autocaravanista Afilador este largo fin de semana se celebraba el 6º aniversario de la Asociación. Este año el lugar seleccionado era la provincia de Lugo. Las previsiones meteorológicas no eran muy buenas y la lluvia iba a estar presente durante los tres días.

El viernes pusimos rumbo hacia Sarriá – lugar de concentración – por la A-6; entrando en tierras segovianas empezó a llover , no parando hasta más allá de Tordesillas. El paso por los puertos de Manzanal y Pedrafita fue acompañada de una niebla ligera que impedía ver el paisaje tan maravilloso que el Otoño y Galicia nos brinda.

A las 21 horas llegamos al área de A/C de Sarriá (42º46´20”N 7º24´36”W), esta situado en el parking de las instalaciones deportivas de la ciudad, a 200 m. del centro urbano. Sarriá es una villa que contaba con un tremendo castillo que fue destruido y solo queda una torre de 14 metros de altura; aquí en
Sarriá murió el Rey Alfonso IX mientras peregrinaba a Santiago. Tras un paseo y un cafetito volvimos al área; donde se fueron incorporando a lo largo de la noche el resto de las instalaciones que participaríamos en esta ruta.

Con algo de retraso sobre el horario previsto salimos hasta el Monasterio de Samos, donde llegamos en unos 15 minutos. Aunque no hay mucho sitio para aparcar, lo hacemos sin problemas en las inmediaciones del Monasterio. Este Monasterio es uno de los más antiguos de Galicia y fue fundado por Martín O Dumiense en el siglo VI. Las nuevas edificaciones son del siglo XVII y XVIII, ya que las anteriores fueron destruidas por un incendio. La visita al interior del Monasterio cuesta 3 €, los niños menores de 13 años no pagan. Tras el monasterio visitamos la capilla prerrománica del ciprés, pequeño tesoro, que marca el origen del Conjunto monacal.
Desandamos el camino y volvemos a Sarriá, para comer. Aparcamos, esta vez. en las inmediaciones de la estación de ferrocarril y comemos en el restaurante Mar de Plata – desde luego una buena elección. Tras la sobremesa y con una lluvia incesante tomamos la carretera dirección
PortoMarín, esta es una ciudad nueva, dado que la antigua esta bajo las aguas del río Miño. Los monumentos más representativos de la ciudad fueron salvados y trasladados piedra a piedra hasta la nueva población. La iglesia románica de San Pedro del siglo XII y la monumental iglesia-fortaleza de San Nicolás. Esta villa es un punto importante del camino de Santiago y la actividad de la ciudad gira en torno a esta ruta más turística y cultural que religiosa.
Volvemos a las autocaravanas, y en menos de media hora, llegamos al área de Autocaravanas de
Lugo (43º00´15”N 7º33´41”W). En esta ciudad tenemos dos posibilidades de estacionamiento; el área ya mencionado y el céntrico parking Anxel Fole (12 € 24 horas).
Descansamos un poco y parte de grupo sube a la ciudad a cenar; las pulperías colocadas con motivo de San Froilan y que han alargado un poco su estancia nos permiten degustar un pulpo y unos cachelos de buena calidad a un precio muy razonable.
El día siguiente y tras el cambio de hora, no adentramos en Lugo para conocerlo. Recorremos la muralla desde la puerta de Santiago hasta la Porta de la Estación. Llegamos a la Plaza de Santo Domingo y desde allí a la Plaza Mayor. Una larga y exhaustiva visita al Museo Provincial, con un pequeño desliz en alguna pastelería, dan paso a un aperitivo y a la comida.

Comemos en Casa Rivas, restaurante casero en las proximidades de la Porta do Santiago. Casi ya a media tarde retornamos al área, para tras un pequeño y reparador descanso; celebramos el aniversario del club con cava, chocolate, pan tostado, castañas asadas y un maravillosa tarta que también celebraba su sexto aniversario. Los que ayer no degustaron el pulpo y alentados por los que si lo hicieron subieron a las casetas a saborear y comprobar lo que les habían contado. Algunos repitieron los dos días.
El día terminaba con una agradable conversación.

Como no podía ser de otra manera, el Lunes amanece lloviendo, es día de recogida y de despedidas. A las 10,30 abandonamos Lugo, el viaje por la A-6 transcurre sin atascos y a primeras horas de la tarde llegamos a Madrid.

Hemos recorrido 1126 Kilómetros, las dos instalaciones preparadas para las autocaravanas que hemos utilizado tienen un buen nivel y son equiparables a las de cualquier país europeo. Tienen en común el poco respeto que otros usuarios hacen de estas instalaciones ( turismos que impiden el acceso a ellas etc...). De este viaje han salido varias actividades para meses próximos, lo que garantiza la continuidad en este loco mundillo de las autocaravanas de los que teníamos algunas y fundadas dudas.

Podréis ver más fotos de esta ruta en la web del club.