lunes, 19 de noviembre de 2007

Ruta por los Pirineos

Salimos de Madrid por la A-2 el Miércoles 11 de Octubre de 2007. Al ser las 15 horas todavía no hay problemas de retenciones, aunque sí un tráfico muy denso. Tras parar a comer antes de llegar a Guadalajara, hacemos el viaje sin novedad. Llegamos a Sabiñanigo y aunque a las 20 horas, ya es noche cerrada y más en los Pirineos, decidimos continuar el viaje hasta que el sueño y el hambre aparezcan. Pasamos Panticosa y el puerto del Portalet sin problemas y entramos en Francia. Tenemos dos áreas de Autocaravanas próximas; la de Arrens-Marsous y la de Lauruns. Decidimos ir a esta última, el viaje entre ambos pueblos es espectacular, incluso de noche. Se atraviesan multitud de pueblos, que aprovechan el río y las aguas termales para ofrecer una gran oferta turística. Vagamente algunos ya están adornados con motivos navideños. En otra ocasión intentaremos pasar de día. Llegamos a Lauruns y miramos en un mapa no muy esclarecedor la posición del área; casi de casualidad la encontramos (42º59´21” N // 0º25´28 W). El área tiene dos bornes donde se puede tomar agua, gestionar aguas residuales y cargar baterías. Tras una noche tranquila y fría, amanecemos pronto, reparador desayuno, paseíto por un típico pueblo francés, con la compra de bollos y pan calentito.
A media mañana nos ponemos en camino hacía el circo de Gavarnie, principal motivación de este viaje. El camino lo realizamos entre paisajes espectaculares, pueblos y entornos de montaña, donde a pesar de estar muy próximos a España se nota que estamos en el país galo. Pronto nos encontramos en el primer puerto del país vecino “La Col d´Ausbisque”(1709 m) donde hay pendientes del 13%. El día esta nublado y hace frío, sobre todo a medida que vamos subiendo, corrientes de agua aparecen a ambos lados de la carretera, produciendo algunos saltos espectaculares. La carretera es estrecha, pero sin problemas para nuestros vehículos. Solo nos separan 87 kilometros, pero la orografía y las paradas para ver pequeños detalles y hacer fotografías hacen que no lleguemos a Gavarnie hasta las 13,30 horas. Existe un cartel que indica que hay un area de A/C a un kilometro del pueblo, pero en un parking cercano hay mas de una veintena de autocaravanas y ese parking se corresponde con la foto de la guía de areas francesa, con lo cual allí estacionamos, con intención de pernoctar. (42º44´09” N// 0º00´43” W). Estamos muy próximos al Meridiano de Greenwich. Comemos algo ligero y rápido y a las dos ya estamos de marcha hacia el circo y la cascada. La marcha se divide en dos partes, una hasta el circo de más o menos hora y media; no tiene ninguna complicación, a excepción de dos pendientes pronunciadas que con paciencia se superan sin problemas. Desde el antiguo hotel hasta la cascada la cosa cambia y el camino se estrecha y crea dificultades en algunos tramos. Para llegar a la cascada hay que sumar una hora más de marcha. El pueblo es un pueblo de montaña preparado para el turismo que no tiene nada de especial.
Aunque nuestra intención era dormir aquí, acordamos que al ser pronto no merece la pana pasar las horas metidos en la A/C; calculamos y podemos atravesar los dos puertos importantes; el Tourmalet y el Col d Áspen de día. Así de improviso ponemos rumbo a Saint Lary.

El paisaje es maravilloso y nos hace recordar nuestro viaje a Austria y a Suiza de hace unos años, las rampas son tremendas y nos evocan a los grandes ciclistas que escalan pedalada a pedalada esas curvas y pendientes escalofriantes; no es de estrañar que en el ciclismo exitan casos de dopaje, ya que hay que estar loco para subir esas cimas. La bajada del Tourmalet (1800 m) se complica con una densa niebla que en algunos momentos hace que haya que tragar saliva y dar muestras de que no es nada para que Guille se tranquilice; pero la verdad es que el panorama no era muy alentador. El Col dÁspin al ser más bajo (1489 m.) no nos crea ningun problema de niebla. Ya de noche llegamos al valle y atravesamos Arreau y varios pueblos de marcado carácter turístico y enfocados al esquí. Pero vemos algo que nos trastoca, un cartel informa que el túnel de Bielsa esta “ferme”. No nos preocupa porque creemos que es una dejadez de los empleados de carreteras franceses y se trata de un error ¿cómo van a cerrar ese paso con España?. Unos kilómetros más adelante salimos de dudas, un luminoso informa que efectivamente, el túnel esta cerrado por rehabilitación hasta el 11 de Noviembre.

Ya en Saint Lary buscamos el aparcamiento especifico para nosotros y lo encontramos detrás del “stadium”. Las plazas para autocaravanas están un poco inclinadas y ocupamos otra; el parking esta vacío; solo somos dos autocaravanas y una veintena de coches que ocupan el lugar de los autobuses.
La noche tranquila hasta que empezaron a trabajar en una industria cercana al área y rompieron el silencio que las impresionantes montañas dan al lugar. De noche no lo habíamos visto, pero ahora de día vemos que estamos rodeados de grandes montañas; montañas de más de 2000 metros que parecen que te van a tragar en cualquier momento. Subimos hacía las pistas de ski y llegamos al dominio St, Lary1900 el día esta soleado y claro, sin nada de bruma, lo que permite unas vistas inmensas. Bueno, como sabíamos que el túnel estaba cerrado había que buscar un camino alternativo. Como habíamos quedado con unos amigos en Ainsa, el único posible era o volver para atrás o entrar en España por el Valle de Aran.
Estábamos a 70 kilómetros de ANSA y el navegador nos daba una ruta de 200 y de 3 horas 55 minutos. Atravesamos dos valles franceses, con sus correspondientes puertos y una zona termal, con pueblos que parecían haber tenido una gran importancia social y que hoy mostraban un aire de rancia decadencia burguesa. Entramos en España por el puerto del Portillón (1293 m) el más duro y estrecho de todos con rampas del 13 % y curvas cerradísimas.
Tras atravesar el terrorífico tunel de Biescas, pasadas las 16 horas, tal como vaticinó el navegador entrábamos en el camping Peña Montañesa de Ainsa. Este camping es un establecimiento caro, A/C y 3 adultos 30 € la noche, pero ofrece unas buenas instalaciones – piscina cubierta con jacuzzi, animación, amplias parcelas, pista polideportiva etc... Tras la tardía comida, a eso de las 17 horas; sobremesa, charla, paséito, risas; la noche se echó encima. Dormimos a pierna suelta sin prisa por levantarnos; en lo que nuestros amigos terminaban de recoger nosotros nos adelantamos a Ainsa a dar una vuelta por sus calles. Precioso pueblo de configuración amuralla, con dos calles que confluyen en la plaza Mayor y en la explanada del castillo.
La hora de la comida nos dió en Zaragoza, bocadillo, cafetito y rumbo a Madrid donde aparcábamos sin novedad a eso de las 18 horas.

Kilómetros recorridos: 1352.
Noches pernoctadas: 3



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